lunes, 8 de diciembre de 2014

Koltstov en El Toboso (II)

Ya publicamos hace unos meses una entrada sobre la estancia de Koltstov en El Toboso a principios de 1937, ahora publicamos unas anotaciones de su diario en las que habla de El Toboso en contraposición a Villa de Don Fadrique, que estaba visitando, y que considera un ejemplo de pueblo revolucionario, verdaderamente comunista (1):
"5 de febrero de 1937
(...) En El Toboso apenas se disimula la hostilidad y el sabotaje a la República y a su guerra de liberación; miseria demostrativa, ostentosa, en una aldea que siempre ha sido rica, ocultación de productos y especulación con los mismos, explotación de los jornaleros y campesinos pobres al socaire de una engañosa forma izquierdista de colectivismo, la cual, en ciertas condiciones, puede resultar simplemente una protección temporal de la tierra de los propietarios en espera de su llegada.
(...)
¿A qué se debe tanta diferencia? ¿Puede atribuirse tan sólo al hecho de que el Toboso es una población de kulaks y Don Fadrique lo es de campesinos pobres?
(...)
En El Toboso, en cambio, hay numerosos jornaleros que, en el fondo, hasta ahora no están organizados y no han hecho más que cambiar de amo: en lugar del terrateniente, tienen sobre sí el comité, y ni siquiera el comité, sino el "dirigente técnico".. En todo ello se refleja la diferencia en el trabajo de los partidos políticos.
(...)
En El Toboso, el comité del Frente Popular es sólo una pantalla para los forasteros. Toda la vida de la aldea está constreñida en el estrecho marco sindical, y el trabajo político en torno a la iglesia cerrada, por las casas silenciosas y oscuras, lo llevan a cabo los propios fascistas que han quedado indemnes. El Toboso y Don Fadrique son dos polos, dos puntos extremos del estado en que se encuentra hoy el campo español. Entre estos dos polos se sitúan todas las variedades y todos los matices de una vida compleja, turbada y hondamente conmovida."
Vecinos de  Villa de Don Fadrique durante la guerra civil.


Aún considerando que esta es una fuente muy sesgada y parcial, es un documento interesante que abre vías de investigación sobre la guerra civil en El Toboso.

1. Ver Pedro Organero Ronco, La Villa de Don Fadrique durante la guerra civil y la posterior represión (1936-1945), 2013

lunes, 24 de noviembre de 2014

Nuevas investigaciones sobre la conexión de El Quijote y El Toboso

El historiador Francisco Javier Escudero y la arqueóloga Isabel Sánchez están a punto de publicar en el quinto número de Tierra del Quijote sus recientes investigaciones, en las que a partir de documentación histórica, relacionan personajes de la obra cervantina con personajes reales de El Toboso, según recoge un artículo publicado ayer, siguiendo una larga corriente investigadora de encontrar soporte real para las obras de ficción.

Un nuevo artículo periodístico titulado Don Quijote era Acuña el procurador aparecido el 7/12/2014 ofrece más información sobre este asunto.
Por otra parte, un nuevo artículo periodístico -Don Quijote de La Mancha: ¿realidad o ficción?se hace eco de esta noticia, relativizando el afán de conectar el sustrato histórico con una obra de ficción como el Quijote.
Siguen apareciendo más artículos periodísticos sobre este tema.

martes, 4 de noviembre de 2014

El motín de Esquilache en El Toboso

El descontento que provocó la subida del precio del pan -había duplicado su precio desde 1761- por las malas cosechas y especialmente tras la liberalización del precio del trigo en 1765 -durante el reinado de Carlos III y el gobierno del marqués de Esquilache-, hizo que en muchos pueblos se organizasen numerosos tumultos y protestas -englobados en el llamdo motín de Esquilache-. Así ha quedado constancia en varios documentos del Archivo Histórico Nacional (Consejos, leg. 17.802) con el expediente que se instruyó para depurar responsabilidades. Como por ejemplo en este escrito del Consejo de Castilla dirigido al Alcalde ordinario de El Toboso Don Antonio Francisco López Cervantes:
“Reconocida en el Consejo la representación que usted hizo al Conde de Aranda he resuelto en favor de la causa criminal que se está siguiendo contra los que puedan resultar reos o “iudizados” en el tumulto intentado en el pueblo sobre baja del pan a que dio el primer motivo una carta que introdujeron por el correo, con amenazas, y de que tiene presos en esa Cárcel a cuatro personas por solicitadoras de pandillas, y a otro llamado Juan Bautista López: ha acordado (…) que continúen la referida causa, prendiendo a Juan el Bizcochero y a los que hayan tenido parte en el ideado motín, abreviando los términos, sin privar a los reos de sus legítimas defensas, aunque todo debe acordarse sin permitir largas, asesorándose con abogados de ciencia y conciencia, y con arreglo al auto acordado de 5 de este mes, del que acompaño un ejemplar adjunto para que le haga publicar en esa villa y consultando a la Real Chancillería de este territorio ---, y dando noticia al Consejo por mi mano de las ---, y en caso de haber persona privilegiada, se recibirá por (…)
---de junio de 1766"
Según se desprende de otros documentos de dicho expediente, los descontentos de El Toboso dirigieron un anónimo al alcalde amenazándole de muerte si no se bajaba el precio del pan; estaban preparados para amotinarse a toque de campana en la ermita de San Sebastián, pero fueron descubiertos por una delación, con lo que todo quedó en una simple conjura. No obstante, a pesar de que los sucesos tuvieron lugar el 21 de marzo, es decir, antes del motín de Esquilache propiamente dicho -el día 23-, fueron perseguidos y castigados con el mismo rigor que todos los demás hechos ocurridos en dicho motín.

lunes, 8 de septiembre de 2014

Participación en el IV Congreso de Historia y Cine


Dentro de IV Congreso Internacional de Historia y Cine celebrado en la Universidad de Barcelona entre el 3 y el 5 de septiembre pasado, presenté una comunicación titulada La ruta de Don Quijote de Ramón Biadiu como documento histórico, sobre las tres versiones del documental que el director catalán grabó en La Mancha en 1934, su utilización como documento histórico, así como su contextualización - algunos de cuyos aspectos he adelantado en otras ocasiones.

Fotograma del documental de Biadiu donde se evoca a Dulcinea con un encadenado sobre una tinaja

Josep Maria Caparrós, catedrático de Historia Contemporánea y Cine de la UB, y Magí Crusells, vicedirector del Centro de Investigaciones Film‐Historia, han coordinado un amplio programa de actividades que se han desarrollado en la Facultad de Geografía e Historia de la Univerdidad de Barcelona.

En el congreso participaron investigadores expertos en el ámbito del cine, como Jean‐Claude Seguin, catedrático de la Universidad Lumière-Lion 2, que fue el encargado de abrir el encuentro con la conferencia «Los hermanos Lumière, o la génesis del cine documental». José Carlos Suárez (Universidad Rovira i Virgili), Esteve Riambau (Universidad Autónoma de Barcelona), Sasa Markus (Universidad Pompeu Fabra) y Magí Crusells (UB) completaron el programa de ponencias del congreso. El periodista, productor y director de documentales Albert Solé y la profesora de la Universidad Ramon Llull Maria Dolors Genovès cerraron el encuentro.

En el congreso se han presentado un total de 103 comunicaciones especializadas, que tuvo una fuerte presencia internacional, con la participación de investigadores procedentes de Estados Unidos, Brasil, México, Ecuador, Colombia, Chile, Perú, Gran Bretaña, Francia, Eslovaquia y Hungría.


miércoles, 13 de agosto de 2014

Elecciones municipales en El Toboso 1905

Ya hemos mencionado en entradas anteriores las anomalías que se producían en los procesos electorales durante los reinados de Alfonso XII y Alfonso XIII -detalles y anécdotas concretas han llegado hasta nuestros días por la memoria oral-. Las fuentes para conocer la historia son variadas y en muchos casos inesperadas. Revisando recientemente documentos notariales de principios del siglo pasado en el A.H.P.T. encontré un acta sobre hechos electorales ocurridos en las elecciones municipales de El Toboso de 12 de noviembre de 1905. El notario era D. Isidoro Lapuerta Sáez, que levanta acta a instancias de D. Juan Andrés Olmo Ortiz, como candidato de la sección única del 2º distrito electoral llamado del Pósito. Cerrada la votación a las cuatro de la tarde, estos son los datos que refleja el acta: en ese distrito –el otro era el del Ayuntamiento- había 243 electores incluidos en la lista, 215 votantes –los mismos que papeletas depositadas-, habiendo obtenido 133 votos D. Juan Andrés Olmo Ortiz, D. Diego Gómez Sierra y D. José Antonio Arinero Rodríguez; y, 82 votos D. Juan Antonio Muñoz Fuentes, D. Pablo Carrasco Muñoz y D. Marcelino Muñoz Panduro. 
Como se han perdido los libros de actas municipales de este período es difícil completar la información fragmentaria que proporciona esta fuente histórica. No sabemos cuál fue el resultado electoral en el otro distrito y si D. Juan Andrés Olmo Ortiz, representante del Partido Conservador, consiguió ser el alcalde, aunque todo parece indicar que así fue, venciendo sobre el candidato del Partido Liberal D. Juan Antonio Muñoz Fuentes.

lunes, 14 de julio de 2014

Méritos del Alcalde D. Miguel Martínez Cano a comienzos del siglo XIX

Escudo de la orden de Calatrava en El Toboso

En un documento de 1819 del Archivo Municipal de El Toboso, en relación a Don Miguel Martínez Cano, caballero del hábito de la orden de Calatrava, Alcalde Mayor de El Toboso en 1814, teniente capitán retirado del Regimiento Provincial de Alcázar de San Juan, se detallan los siguientes hechos acaecidos durante la guerra de la Independencia y el regreso posterior de Fernando VII. El día 9 de junio de 1810, regentando la Jurisdicción Ordinaria de la villa José Arinero, se presentó en El Toboso una columna de tropas francesas, y se alojaron en las casas principales de D. Pedro Félix Cano, cura párroco de Puebla de Almoradiel, hermano de Don Miguel Martínez Cano y que se hallaban al cargo del mayoral de labor, unos doscientos soldados franceses. Las casas fueron saqueadas enteramente, consumieron el vino, se llevaron dos carros del mismo, de ochenta a cien fanegas de cebada, y un par de mulas, destrozando el menaje y cuanto había. El día de San Lorenzo del mismo año llegó otra columna de tropas francesas, cometió “el más tirano saqueo en las casas que habito, no solo en su menaje, ropas, baúles, sino también hasta rotura de las paredes de todas las habitaciones”. Don Miguel Martínez Cano, según testifica, se retiraba del pueblo cada vez que había noticias de la llegada de las tropas francesas al pueblo. A la vuelta del Rey Fernando VII en 1814 y a su paso por el Camino Real desde Valencia a la altura de la Venta, junto al Toboso, Miguel Martínez agasajó al Rey haciendo grandes gastos, construyó un arco triunfal y un gabinete para “el obsequio y descanso del Rey”. Todo el pueblo acudió a recibir al Rey y su gran comitiva. Según declara, los gastos ocasionados por este agasajo corrieron a sus expensas sin grabar al pueblo. En el mismo año fue comisionado por el pueblo para acudir a Madrid a felicitar al Rey. En dicho documento aporta la declaración de testigos que ratifican dichas afirmaciones suyas –repitiendo mecánicamente cada uno de sus términos-: Pedro José Barrajón, Pedro Antonio Gallego (Diputado del Común), Felipe Gómez Arias (Síndico personero del común), Manuel Ramírez de Julián y Santos Huertas. Los testigos especifican que D. Miguel Mnez Cano huía del pueblo cada vez que llegaban las tropas francesas, y que siempre había tenido la mayor adhesión al Rey Fdo VII y a su dinastía. 
Con este documento Don Miguel Martínez prentendía hacer constar sus méritos ante el Rey Fernando VII para obtener algún favor o recompensa por los servicios prestados a la causa real.
También disponemos de información paralela referida a Bautista Muñoz, que también asistió a la recepción de la venta el 8 de abril de 1814 al rey Fernando VII.

viernes, 4 de julio de 2014

Corpus en El Toboso

Hace varios años que las fiestas de Corpus Christi permiten contemplar las calles de El Toboso con ojos más atentos a los detalles. Esta es mi modesta representación - tras mi reciente vuelta a los pinceles- de un espacio concreto en la mañana del Corpus antes de la procesión, con el sol ya brioso, capaz de proyectar con elegancia las sombras de los penachos y guirnaldas colgados de los balcones, y la puerta entreabierta de la Casa de los Caballeros de la Orden de San Juan, con la colcha color pimentón oscuro al aire. 

jueves, 12 de junio de 2014

Expectación ante la reaparición de la compañía de teatro Angulo el Malo

Gran expectación ante la reaparición de la compañía Angulo el Malo, después de varios años en los que se les ha echado en falta durante las Jornadas Cervantinas, en este caso, representando el auto sacramental de Calderón El gran mercado del mundo, en la Iglesia Parroquial de El Toboso el próximo sábado 21 de junio, coincidiendo con las celebraciones del Corpus Christi. También participa la coral Morales de Nieva y el grupo Alcaravea Folk. Asimismo este fin de semana se pueden visitar diversos patios típicos del pueblo.


Y efectivamente, las representaciones del auto de Calderón por los actores y músicos toboseños han sido todo un éxito.



miércoles, 4 de junio de 2014

Pastores y agricultores de El Toboso en el documental de Ramón Biadiu

Ya hemos comentado en varias ocasiones el magnífico documental de Ramón Biadiu La ruta de Don Quijote, que aparte de sus valores estéticos es un extraordinario registro de la vida cotidiana en La Mancha en los años treinta del siglo pasado.  El director evitó la retórica y pretendió reconocer y mostrar en estos paisajes y sus gentes las huellas tan presentes del pasado, en formas de vida perdurables durante siglos. Fue rodado en 1934 y tenía una duración original de 32 minutos pero CIFESA lo redujo a 20 minutos. Esta versión estaba solamente acompaña de música. En 1952 el director editó una nueva versión a partir de la grabación inicial, reorganizando el material en nuevos capítulos y añadiendo las voces de un narrador y las de Don Quijote y Sancho. De esta última versión adjunto algunos fotogramas de tomas rodadas en El Toboso, en concreto en el llamado Pozo de los machos. Aparecen varios pastores y agricultores dando de beber a los animales y bebiendo ellos mismos. Era un pozo muy apreciado por la calidad de su agua. También aparece un aguador que se aleja con una cuba cargada de agua y en otro plano una pila labrada y un dornajo junto al pozo. No podemos evitar pensar que quizá todavía alguién pueda identificar a alguno de estos toboseños de 1934.

Pastores sacando agua del Pozo de los machos. Al fondo El Toboso








sábado, 17 de mayo de 2014

Tinajas de El Toboso en Toledo desde principios del siglo XV

Antigua cueva bodega de Toledo

Hasta ahora teníamos referencias históricas de la fabricación de tinajas en El Toboso desde el último tercio del siglo XV, pero gracias a las exhaustivas investigaciones del gran historiador francés Jean Pierre Molénat sobre Toledo -Campagnes et monts de Tolède du XIIe au XVe siècleCollection de la Casa de Velázquez, nº 63, 1997, p. 469-  conocemos entre otras muchas cosas que ya a principios del siglo XV se comercializaban las tinajas de El Toboso en esta ciudad. Por ejemplo en 1431 la catedral de Toledo arrienda una casa bodega "con su lagar e viga e piedra que en ella ay e con sus pertrechos" y diez tinajas buenas y sanas, de las cuales cuatro caben 25 cántaros cada una (400 litros) y las otras 30 cántaros cada una (480 litros), todas de El Toboso.  Y en 1453 en una bodega del Arrabal de Toledo hay 31 tinajas "para vino tener", de las cuales cinco son de El Toboso, de 35 arrobas. Cada vez disponemos de más datos que confirman la antiguedad e importancia de la fabricación de tinajas en El Toboso.

martes, 6 de mayo de 2014

Sobre la represión franquista en los pueblos de Toledo

Frente a la España oficial de la etapa franquista que reflejan los periódicos autorizados -ABC, La Vanguardia...- y el NODO, existe otra España silenciada, la de la represión y la persecución policial. Es difícil acceder a fuentes directas para conocer cómo se llevaban a cabo las mismas. A través de la prensa clandestina podemos tener algunos vestigios. Por ejemplo, de las detenciones llevadas a cabo en varios pueblos de Toledo -entre ellos en El Toboso- en la primavera de 1947, según reflejan los periódicos Euzcadi roja y España Popular. No disponemos de otras fuentes concretas para desarrollar y profundizar en el conocimiento de estos hechos. Para bibliografía específica consultar el artículo Aproximación a las comunidades campesinas en Castilla-La Mancha (1939-1988) de Manuel Ortiz Heras e Isidro Sánchez Sánchez. y el artículo de Pedro Oliver Olmo El franquismo en Castilla La Mancha




domingo, 30 de marzo de 2014

La pintura de Tristam Hillier sobre El Toboso

Ya hemos hecho referencia en otras ocasiones a El Toboso como motivo pictórico, ya sea como pretexto para representaciones ideales evocando El Quijote o desde la realidad. Entre este último grupo se encuentra una obra del pintor Tristam Hillier (China, 1905-Inglaterra, 1983), que participó con el grupo de los surrealistas en los años treinta del siglo pasado, siendo influenciado por Giorgio de Chirico y Max Ernt. Perteneció al grupo Unit One liderado por Paul Nash. Después de la II Guerra Mundial vivió en Francia y en España, donde se inspiró para muchas de sus obras. Expuso en las mejores galerías del mundo y alcanzó cierto renombre. 
En su obra Monasterio y fuente en El Toboso -pintada en 1958- reconocemos un típico espacio toboseño, aunque con inevitalbes licencias artísticas, que representa el rincón del pozo de la Gascona -donde el autor ha situado una fuente-, con el convento de trinitarias y las escuelas al fondo. Un agricultur se acerca en su burro, del que casi arrastra la carga -quizá cantando el romance de Roncesvalles, como en el Quijote-. En primer plano, a la izquierda, una silla un tanto enigmática aparece a pleno sol junto a la puerta de una casa cubierta por una cortina. Un pino improbable proyecta su sombra por las rodadas de la calle. La quietud y el silencio, el sol poderoso, toda la fuerza de un pasado no muy lejano -los años cincuenta del siglo pasado, en plena posguerra- que se acerca con la capacidad de evocación que otorgan la luz y el color -y el mito  que subyace en cualquier rincón de nuestro pueblo.
Tristam Hillier, Monasterio y fuente en El Toboso, 1958

domingo, 23 de marzo de 2014

En un lugar del Quijote

Momento de la representación de En un lugar del Quijote

El viernes pasado pude ver por fin el montaje del Quijote que ha realizado el grupo Ron Lalá con la Compañía Nacional de Teatro Clásico. El texto es una síntesis muy agil y divertida de la obra de Cervantes -en realidad es una versión libre dentro del programa Mi primer clásico-, donde se han seleccionado algunos de los episodios más conocidos -por cierto, no falta el de la visita a El Toboso en busca de Dulcinea- y donde la música tiene un papel protagonista. Entre los magníficos actores yo destacaría a Daniel Rovalher en su papel de Sancho Panza, realmente conmovedor. La puesta en escena es muy efectiva y dinámica. En suma, se trata de un espectáculo de primera fila -el próximo 30 de este mes actuarán en el Teatro Don Quijote de Consuegra.

domingo, 9 de marzo de 2014

Piezas para un museo etnográfico

Todos hemos conocido aperos de labranza que hoy están en desuso y que en algunos pueblos se han conservado gracias a la creación de museos etnográficos. Algunas piezas perduran olivdadas en un desván o en un rincón, abandonadas. Sin duda las galeras ocuparon un lugar básico entre los aperos de labranza imprescindibles para transportar la uva  y la mies.
Galera de 1924 que se puede ver en el Museo de Dulcinea de El Toboso



Galera con cerco, preparada para transportar paja. Familia Argumánez de El Toboso hacia los años 60 del siglo pasado

Partes de una galera. Fuente: Museo etnológico de Santa Cruz de la Zarza


miércoles, 26 de febrero de 2014

Koltsov en El Toboso en 1937 (I)


Mijaíl Koltsov (Kiev, 1898-Moscú, 1942) participó en la revolución rusa de 1917 y en la guerra civil posterior. Inicialmente fue un comunista convencido y un intelectual y periodista destacado de la URSS en los años veinte y treinta. Viajó como corresponsal a numerosos países, entre ellos a España, durante la guerra civil. Algunos historiadores lo consideran un agente personal de Stalin en España. Pero en 1938 fue detenido –al parecer denunciado por André Marty, la máxima autoridad de las Brigadas Internacionales- en medio de la la Gran Purga estalinista, condenado a muerte y fusilado en 1942.
Diario de la guerra de España se formó con los artículos que Koltsov enviaba para su publicación en el diario Pravda. El escritor fue testigo de la guerra civil española desde agosto de 1936 hasta noviembre de 1937. Después de haber permanecido durante varios meses en el Madrid sitiado realizó un viaje hacia Valencia y pasó por El Toboso. Este es el relato que escribió de lo que vio el 3 de febrero de 1937 –sigo la edición de la editorial Planeta, Backlist, 2009, p.399 y ss. Las anotaciones son mías:
“(…) El campo está formado por bancales ondulados, en suaves colinas; a lo lejos se divisaron una casas blancas. Así, pues, será posible acostarse, dar un poco de descanso al hombro dolorido, dormir un poco. Iban por el camino dos campesinas con blusas bordadas, con pañuelos en la cabeza; en dirección contraria a la nuestra iba otra, también con un pañuelo en la cabeza, montada en una caballería. Pero iba montada no en un caballo, sino en un borrico. Y esto me recordó que la muchacha montada en la caballería podía ser Dulcinea, la auténtica Dulcinea del Toboso, la adorada dama del ingenioso y desdichado hidalgo don Quijote de la Mancha; me recordó que no estábamos junta al Terek ni en el Kubán, en  La Mancha, que el pueblo próximo era El Toboso, del distrito de Quintanar, de la provincia de Toledo. El secretario se llama Gregorio Gallego (1), nunca ha salido de La Mancha, con gran dificultad se puede imaginar el Kubán y se quedaría más que asombrado al encontrarse allí con mozas tocadas con pañuelos, exactamente como en Quintanar.

Gregorio Gallego Villegas

El Toboso nos ha recibido con hosco ceño. Las casas aparecían inabordables, sin luces, como pequeñas fortalezas de uno y dos pisos. En la pesada puerta de la iglesia, colgaba un candado medieval y un letrero de cartón: “Depósito popular de grano antifascista”. Una larga cola de amas de casa, con pañuelos negros, se torcía como una serpiente tras la esquina y entraba en una tienda de comestibles. Vendían chocolate para desleír, media libra por persona. La aldea se veía limpia, como por Pascua; todo estaba barrido, todo ordenado y en su sitio. Madrid acudía a la memoria como un inmenso vivac lleno de basura.
El alcalde (2) nos recibió amable y circunspecto. Se estaba calentando ante un enorme brasero de cobre; el leve humo de los carboncillos se elevaba hacia las ennegrecidas vigas del techo; al extremo de la estancia vacía y baja de techo, sentados en un banco de piedra, bajo una tabla con viejos decretos amarillentos, había unos campesinos fumando en pipa y escuchando en silencio nuestra conversación.
Al principio hablamos de cuestiones generales y políticas. El alcalde contó que los tiempos son difíciles, desde luego, pero El Toboso los soporta sin el menor descontento y toda la villa, como un solo hombre, es fiel al actual gobierno legítimo. En particular él mismo, el alcalde, hacía cuanto podía para que El Toboso fuera un ejemplo de lealtad y obediencia a las autoridades. De sí mismo dijo el alcalde que, formalmente, era republicano, pero que por sus convicciones era comunista, si bien tampoco le desagradaban las ideas anarquistas. A la pregunta de qué opinión le merecía el Partido Socialista, el alcalde subrayó que también este partido le había entusiasmado siempre. ¡Acaso se puede ser comunista sin ser socialista y republicano! De los dos mil quinientos habitantes de El Toboso, sólo mil cien participaron en las elecciones de febrero del año pasado. De ellos, doscientos votaron por los partidos del Frente Popular, y novecientos –el alcalde suspiró penosamente- votaron por los partidos de derecha y fascistas. Después de la sublevación al comienzo de la guerra civil, quince hombres fueron detenidos, unos once se escondieron (3). Los demás, a juicio del alcalde, han comprendido sus errores y ahora, según él se ha expresado, respiran con el mismo pecho que el Estado.
Por lo visto, esta parte de la conversación ha sido la más delicada e incómoda para el alcalde, quien tan pronto se frotaba las manos, ateridas, sobre el brasero, como se secaba el sudor de la frente, como fruncía de manera muy significativa las cejas, como soltaba una pícara risita de conejo, y se alegró mucho cuando recabó su atención la llegada de una muchacha muy joven, muy alta y muy triste. (…)
La tierra alrededor de El Toboso pertenece en su mayor parte a campesinos ricos y a pequeños propietarios. Aquí hay pocas haciendas que no tengan cinco, cuatro, tres o por lo menos dos braceros. Había también algunos grandes terratenientes, pero éstos se han escapado, todos, al campo fascista, y la comunidad ha confiscado sus tierras, unas dos mil hectáreas. En esas tierras, según ha comunicado solemnemente el alcalde, se ha organizado un koljós (4).
-¿Cuántas familias la componen?
El alcalde no puede decirlo.
-¿Quién lo sabe? ¿Quién dirige el koljós?
Había que entender la respuesta en el sentido de que la tierra confiscada está bajo la dirección del comité del Frente Popular (5), compuesto por representantes de todos los partidos políticos de la localidad. Por lo que respecta a diferentes detalles como faenas del campo, su distribución, utilización de los caballos y todo lo demás, el comité dispone, para todo ello, de un director técnico (6), cuyo nombre el alcalde no recordó.
Perdimos casi una hora para encontrar al director técnico. Resultó ser un hombre de poca estatura, muy listo, con autoritarios giros de lenguaje. A las primeras palabras se puso en claro que no es el comité del Frente Popular, sino él, personalmente, quien dirige todas las cuestiones relativas a lo que en El Toboso se denomina kiljós. Con ayuda de braceros y de campesinos pobres, utilizando los mulos confiscados, los aperos y las semillas, ya en enero y febrero labró la tierra y sembró trigo, avena y cebada, y ahora está preparando la escardadura de los campos. Da de comer, si bien muy parcamente, a los trabajadores y a sus familias. Al principio entregaba a todos un mismo racionamiento, pero ahora ha introducido una especie de pago por jornada de trabajo o mejor dicho, un pago en especies por cada labor, efectuada a destajo. Ahora procura ponerse de acuerdo con los trabajadores para la poda de las vides y la acolladura de los olivos.
-¿Con qué frecuencia se reúnen los miembros del koljós? ¿Tienen ustedes alguna administración o dirección?
El director técnico explicó que sólo se celebran reuniones para tratar de cuestiones políticas; en cuanto a las técnicas (con este concepto lo abarcaba literalmente todo), el Comité del Frente Popular le ha dado a él, al director técnico, plenos poderes para que lo resuelva todo personalmente… Se ha sorprendido mucho cuando le he dicho que en nuestro país, en la Unión Soviética, se entiende por koljós algo completamente distinto.
-¿Y no sería mejor, por ahora, entregar parte de la tierra confiscada a los campesinos que tienen poca y a los bra ceros, individualmente o unidos en grupos?
No, ni el alcalde ni el director técnico lo consideran justo.
A su juicio, los braceros y los campesinos individuales no son capaces de cultivar la tierra por sí mismos. No disponen para ello de fuerzas ni de recursos. Y lo más importante es que, al distribuir la tierra, se podría armar algún lío, cosa que al alcalde le preocupa. Dar la tierra es fácil, pero recuperarla otra vez es difícil. Por este motivo, las figuras dirigentes de la villa de El Toboso han decidido por ahora no tocar las haciendas confiscadas, mantenerlas en la mano y, después de la guerra, cuando todo se aclare, ya se verá lo que con la tierra se hace.
Por ruego mío nos mostraron la caballeriza de la hacienda colectiviva. Buena cuadra de albañilería. Treinta mulos en el establo. Nunca se guardaban los arados –viejos arados, con rejas cortas y romas, que en Rusia ya no se encuentran en ninguna parte-. Los mozos de la cuadra abrevaban a los mulos con agua fresca y se llevaron a la mano a la boina, saludando, al ver al “director técnico”. Todo, en conjunto, daba la impresión de una buena finca administrada por un celoso intendente mientras el dueño se encuentra en el extranjero". (...)
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1. Gregorio Gallego Villegas fue secretario local del Partido Comunista y destacado dirigente de UGT y participó en la actividad política en El Toboso y en Quintanar de la Orden durante estos años. Era hijo de Angel Gallego Ortiz,  de Izquierda Republicana, el partido de Azaña, fue fusilado en el cementerio de Quintanar de la Orden en noviembre de 1939. Gregorio Gallego fue hecho prisionero al finalizar la guerra civil y ejecutado en Ocaña en 1941 -junto a otros 113 toboseños republicanos que fueron detenidos,  25 de los cuales fueron ejecutados-. El hermano de Gregorio, Manuel también fue represaliado y fusilado en 1939, así como su mujer Rosario Torres. Esta fue una de las familias procedentes de El Toboso más castigada por la represión franquista. Un hermano de Angel Gallego Ortiz, Hilario Gallego Ortiz fue juez de paz de El Toboso en 1942 e instructor de la Causa General franquista contra los republicanos en El Toboso.
2. Aún no he identificado con exactitud el nombre del alcalde de El Toboso en este momento. Puede tratarse de Nicolás Fuentes o tal vez de  Julián López.
3. En realidad fueron 13 las personas de derechas hechas prisioneras y ejecutadas en El Toboso el 22 de agosto de 1936; otros prisioneros consiguieron salvarse de la ejecución.
4. Granja colectiva en la URSS, formada a partir de las tierras expropiadas a los latifundistas.
5. Coalición de partidos de izquierdas que ganó las elecciones a Cortes en febrero de 1936. El Ayuntamiento electo de El Toboso fue disuelto -el Alcalde, Jaime Martínez Pantoja fue ejecutado el 22 de agosto- y sustituido por el llamado Comité de Defensa del Frente Popular, que en El Toboso lo componían 8 miembros: 4 pertenecientes al sindicato de la UGT FETT, 2 a Izquierda Republicana y 2 al PCE. El Comité se subdividía en las siguientes delegaciones, aquí denominadas secciones o departamentos: Abastos, Guerra, Industria y Comercio, Banco, Auto-Transporte, Incautaciones y Panadería (Archivo Histórico Nacional, AGC, Secc. P-S Madrid, c. 683, El Toboso, Libro 1º. Actas del 20-X-1936 y del 22-X-1936. Cit. por J. M. Ruiz Alonso, La Guerra Civil. en la provincia de Toledo, Almud, 2004, t. I, p.259.
6. Desconocemos el nombre de este llamado director técnico

domingo, 16 de febrero de 2014

La gastronomía de La Mancha en la novela El doctor Centeno de Galdós

Ya hemos hablado en anteriores entradas de la estrecha relación de Galdós con El Toboso. En esta ocasión nos detendremos en un aspecto muy concreto de su novela El doctor Centeno (1883), donde aparece el personaje de Alejandro Miquis y su tía Isabel Godoy, naturales de El Toboso -de los que se traza una interesantísima genealogía que analizaremos en otro momento-. Isabel Godoy vive en Madrid, pero se hace traer todo tipo de productos de La Mancha y en concreto de El Toboso -como Galdós, que recibía los quesos que le enviaba Antonio Nuño de la Rosa desde El Toboso-. Una vez más Galdós evidencia su profundo conocimiento de la realidad de su tiempo en sus más mínimos detalles.  Veamos este fragmento sobre la comida manchega  y los dulces de El Toboso:
"Acompañaba el chocolate, no de mojicones, no de bizcochos traídos de las tiendas, sino de unos como piruétanos o cachirulos que le mandaban las monjas Franciscas del Toboso
Delicadísima y llena de ascos en materias de  comer, doña Isabel no podía pasarse sin los manjares y golosinas de su tierra. Era de esas personas refractarias a la adaptación alimenticia, y que por doquiera que van han de llevar el bocado con que las criaron. Su olla era enteramente castellana por los cuatro costados, y en vez de sopa, comía todos los días gachas, preparadas según el más puro rito manchego. No las hacía de harina de trigo, sino de titos, que es un guisante pequeño, y en los días grandes añadíale el tocino, el hígado de cerdo bien machacado y siempre bastante pimienta y orégano. Esta olorosa especia sazonaba y aromatizaba todos los guisos de la cocina de doña Isabel. Su aroma, juntamente con el de otras hierbas, llenaba la atmósfera de la casa. Es preciso añadir, para que no pierdan las gachas su carácter, que doña Isabel, fiel a los manchegos usos, no las comía con cuchara, sino con rebanadas de pan y en la misma sartén.
El ordinario de Quintanar, que paraba en la posada de Ocaña, surtía mensualmente a la Godoy de diferentes artículos del país, sin los cuales infaliblemente la señora se habría dejado morir de inanición. ¡Ella comer cosas de este Madrid puerquísimo...! Además de la harina de titos, el ordinario le traía las indígenas tortas de manteca, hojaldradas, con sabrosos chicharros dentro; traíale también grandes cántaros de mostillo y arrope del mejor que se hace en Miguel Esteban, queso del campo de Criptana, bizcochos de Villanueva del Gardete, bañados y tiernísimos, que tienen fama en toda España. Pero lo más importante que recibía la Godoy era el lomo, frito y en manteca, de modo que con él se improvisaba un principio en un decir Jesús. También se lo mandaban en la forma que llaman rollos, envuelto en masa de harina y aceite, y acompañado interiormente de huevos, chorizos y jamón.
Con estos elementos aderezaba diariamente la señora su comida. En Cuaresma hacía lo que llaman por allá un ajillo de patatas, y el día del Corpus, por ser costumbre inmemorial e infalible en la tierra, no podía faltar en su mesa arroz con cordero. Hasta los postres venían del Toboso o del Quintanar por mano de aquel bendito ordinario. Consistía en el manjar más inocente del mundo, que de ordinario sirve para sustento de los pajarillos: cañamones tostados(1). A la señora le gustaban mucho, y ningún día, a no ser los de gran ayuno, dejaba de comerse una docena. Las Trinitarias del Toboso solían mandarle almendras garrapiñadas, que era su especialidad. Con ser manchega de pura raza y tener sus propiedades arrendadas para el cultivo del azafrán, doña Isabel no usaba nunca esta droga tintórea. Por las infusiones teínas de diferentes hierbas tenía verdadera pasión, y un surtido y acopio tan abundantes que le faltaba poco a la casa para ser la más completa herbolería. No se acostaba sin tomarse un tazón de salvia o de manzanilla, según los casos, a veces de hierba-luisa. Jamás probó el té chinesco, y el café no lo conocía más que de nombre.
(...) Los años suavizaron un tanto estas asperezas. Después de escribir muchas cartas cariñosísimas y humildes a su tía-madre, la Miquis consiguió obtener una contestación, aunque muy desabrida. De allá le enviaban regalitos de arrope, lomo en manteca, bollos y cañamones tostados, sin conseguir que aceptara".

1. Semilla del cáñamo de alto valor proteínico 

domingo, 26 de enero de 2014

La glorieta de El Toboso

La popular "glorieta" de El Toboso es uno de los enclaves más interesantes de la villa. Este espacio quedaba fuera del recinto amurallado y además era una zona donde se extraía la greda para hacer las famosas tinajas. Desde mediados del siglo XVII se fue edificando en la zona norte un gran monasterio que fue concluido en 1680 y fue ocupado por religiosas trinitarias. A partir de ese momento se le llamó Plaza Nueva, nombre que conservaría durante el siglo XVIII. A finales del siglo XIX pasará a llamarse plaza de Prim, en honor del gran militar y político progresista, protagonista de la revolución de La Gloriosa, muerto el 30 de diciembre de 1870, tras sufrir un atentado tres días antes.
Imagen de la antigua plaza de Prim, con el convento de trinitarias al fondo, hacia 1900
Después de la guerra civil de 1936 pasó a llamarse plaza de Calvo Sotelo, de nuevo el nombre de un político -monárquico conservador en este caso-  asesinado, en los días previos a dicha guerra.
Desde mediados de los años noventa del siglo pasado se llama plaza de la Contitución, en honor a la constitución vigente de 1978.
Una de las casas más antiguas que bordean la glorieta, que fue construida por los antepasados de Miguel Gallego en la segunda mitad del siglo XVIII.

Imagen actual del parque de la glorieta, recientemente remodelado. Al fondo a la izquierda están las antituas escuelas, un magnífico edificio de 1929 y al fondo el convento de trinitarias.

Antiguas escuelas, construidas durante la dictadura de Primo de Rivera. En la actualidad alberga diversos servicios sociales.


Imagen de la antigua casa de Antonio Nuño de la Rosa, cuyo solar perteneció al convento de trinitarias, que se ve al fondo, antes de la desamortización de Mendizábal de 1836. 

Esta plaza, cubierta por una tupida masa de árboles, que todos los toboseños conocemos como la glorieta, es el lugar preferido para pasar agradables momentos en verano, conversando en la terraza del antiguo quiosko de la música, sobre la arena recién regada, mientras los niños juegan alrededor de la fuente. 




La gran torre de El Toboso

 Aunque la torre de la iglesia parroquial de El Toboso ha servido para rehacer una de las frases más comentadas de El Quijote y dotarla de u...