Desde la misma fundación de El Toboso en el siglo XIII es de vital importancia para su economía el ganado lanar y la Orden de Santiago de la que depende regulará el pastoreo por los montes comunes del Común. Se practicó la trashumancia y algunos de los ramales de la principales cañadas pasaban por su término.
También se protegieron los pastos en la zona del monte de Gúzquez y los propios barbechos del término municipal. Hasta los años sesenta del siglo pasado aún se consevaron los llamados corrales o apriscos en medio del campo donde los pastores guardaban sus rebaños.
Antiguo aprisco para el ganado en el paraje Corral de López
En la actualidad, a pesar de la apreciada leche que producen estas ovejas autóctonas y el creciente valor del queso puro de oveja que se elabora, cada vez resulta menos rentable su producción, por lo que quedan muy pocos ganados y pastores.
Uno de los pocos ganados de ovejas que permanecen en El Toboso