El testimonio de Gabriel de Villanueva, vecino de El Toboso, en un proceso inquisitorial contra la memoria de su abuelo

Estampado de un sello de la Inquisición de Cuenca

En 1492, justo el año de la expulsión de los  judíos de España, se inició un proceso inquisitorial (Arichivo Diocesano de Cuenca, Santo Oficio, Leg. 9, nº. 182), contra el converso Pedro Rodríguez de Villanueva, vecino de Quintanar, acusado de haber judaizado. En dicho proceso intervino Gabriel de Villanueva, nieto del acusado, vecino de El Toboso, que negó todos los cargos, con argumentos como los siguientes: "(...) apartándose de compañías judaycas, tratando e conversando con buenos labradores llanos e con cristianos de natura, entendiendo en su labrança e criança, no en usuras, logros ni otros contratos ylícitos e reprovados en que judíos solían e acostumbraban entender (...)". Sigue argumentando que no guardaba el ayuno judío ni se escondía en presencia de la cruz. El proceso duró varios años y finalmente se concluyó que no había suficientes pruebas para hacer condenación de la memoria y la fama del abuelo del toboseño Gabriel de Villanueva. Este proceso se inserta en las investigaciones sobre los antepasados judíos de Fray Luis de León, natural de Belmonte.


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